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Archive for 20 de febrero de 2007

Cine, tele y así – Madre Naturaleza – Guías, Listas, Manuales, etc.

Dejemos en claro que la lista sería extensísima, considerando que los jugadores de fútbol verdaderamente atractivos son una pequeña minoría. Quise que fueran 17 como podría haber querido que fuesen 25, es sólo un número. Y consideremos también que hay muchos jugadores feísimos que deberían estar en esta lista pero nos resultarían poco familiares (como el inglés Breitner) o tienen fealdad similares a las de otros. Esta es tan sólo una apreciación mía, y en el peor de los casos, ustedes serían los equivocados. Pero bueno, comencemos a sentirnos más bellos gracias a la desdicha ajena.

17-Hern Crespo. Lo que lo pone en esta lista es que él realmente se cree bonito. Y lo que las mujeres que gustan de él no llegan a entender, es que no es más que un Bilardo joven o un Aguinaga. Digan lo que quieran: haga lo que haga, este muchacho nunca dejará de ser fiero. Uno no puede darse el lujo de tener semejante nariz, a menos que sea Jean Reno. Pelito largo y arregladito por un coiffeur, pulseritas, maquillaje, cama solar, tratamientos faciales, ropita cara y trajes a medida… nada evita que en toda ocasión, y mas allá de su figura atlética propia de un deportista de (en teoría) alto rendimiento, Hernán Crespo se vea como se vería el rostro de Gabriel Batistuta en caso de estar hecho de cera y derretirse.

16-Wayne Rooney. No puedo dejar de preguntarme, y todavía más con esta foto frente a mis retinas, si Wayne Rooney no tendrá algún tipo de impedimento mental. Este jóven y potente delantero inglés luce del modo en que “Mi amigo Mac” luciría si hubiese recurrido a los esteroides a fin de competir por el cinturón de campeón en la UFC. Bueno, pobre, en una de esas lo acariciaron cuando todavía estaba fresco y quedó así, y yo acá, sacándole el cuero.

15-Oliver Khan. El increíble hulk, pero desprovisto de lo verde. Un auténtico gorila que, realmente, da miedo. Su mandíbula es… pongámoslo así: el hombre no ha visto otra mandíbula como esa en los últimos sesenta mil años. Estamos hablando de un asombroso salto en la escala evolutiva, ni más ni menos. El eslabón perdido, tal vez. Si Khan muriese y su calavera desnuda fuese exhibida en un museo, habría que ser muy ducho en la materia para diferenciarlo de un Homo Erectus Olduvaiensis.

14-Barthez. Me sentía mal por no poder incluir al alienígenísimo referee Pierluigi Collina en esta lista de jugadores, pero luego recordé que existía Barthéz. Un típico francés fiero y paliducho, que parece haber sido dibujado, más que parido. Resulta inevitable destacar que en su caso, la fealdad se ve acrecentada por la comparación desfavorable (o no). Siendo su esposa la bella Linda Evangelista, el grado de horribilidad en este ex-arquero francés es directamente proporcional a su suerte, y la envidia de muchos.

13-Carlos Valderrama. El primer colombiano de la lista, si bien podríamos armar otra lista únicamente para los feos venidos de esa tierra. La fiereza (en el peor de los sentidos) del Pibe Valderrama resultaba insultante al punto de que no he conocido alma que dijese: “feo pero querible”, cosa que sí se llega a decir de otras aberraciones a la naturaleza que vuelan alto en este ranking. El bigote… el pelo… nada bueno en este señor, salvo el fútbol. Se puede ser feo, no es pecado… pero hay que saber cuando detenerse.

12-Junichi Inamoto. Podría decirse que no es más o menos feo que cualquier otro futbolista japonés. Que así sea: Junichi Inamoto forma parte de esta lista y representa a todos esos jugadores de fútbol espeluznantes que Japón, Corea y China han sabido aportarle al fútbol mundial desde siempre. Son feos al punto de que se les disimula lo horrible de su juego gracias a lo horrible de sus aspectos. La última vez que lo ví, jugaba en el Arsenal de Inglaterra, donde ni siquiera la espantosa apariencia del nigeriano (y oblongo) Nwanko Kanu servía para diluirlo un poco.

11-Lionel Messi. Creen algunos que la belleza, mas allá de estar en los ojos del que mira, tiene una explicación científica comprobable. Supuestamente, cuanto más simétrico un rostro, más bello. Y por eso Messi es feo. No hay edad para «dar impresión» y “tener un aire a Corky”. Lo sabe Rooney y definitivamente lo sabe Lionel Messi, quien tiene que vivir enterado de que el dinero y un brillante porvenir no lo son todo. O en su caso, sí. En algún extraño laboratorio, escondido en un refugio sobreviviente de la Guerra Fría, alguien está tratando de replicar a Lionel Messi. Se dice que está mezclando genes de Picasso, unos playmóviles y el DVD de Faivel.

10-Sócrates. Diría Jorge Luis Borges: Nadie rebaje a lágrima o reproche esta declaración de la maestría de Dios, que con magnífica sabiduría nos dió los televisores de alta definición veinte años después de que Sócrates se hubiera retirado de las canchas. Este mediocampista brasilero (uno de los mejores de la historia) amigo del tabaco y el alcohol, supo ser también médico. Lo entiendo: yo también necesitaría recetarme antidepresivos si me pareciese tanto al personaje interpretado por Darío Grandinetti en “Esperando la carroza”, pero después de un accidente. Cabe decir que Sócrates era la versión corta de su nombre, que completo reza: Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira. Una lástima que su fealdad nunca pudo abreviarse.

9-Michael Reiziger. Huácala. Si yo formase parte de una organización pro-abortista, repartiría panfletos a todo color con su imagen, a modo de propaganda. Me animo a decir que algunas de sus parejas sexuales (recordemos que es millonario, y los millonarios suelen tener varias parejas sexuales, por eso de los millones) deben haber echado mano a la ligadura de trompas, a escondidas. Gracias a tipos como éste lateral holandés, es que uno a veces, no parece tan despreciable. Ni tomando carrera podría yo ser tan feo.

8-César Delgado. La pregunta es: ¿Debería César Delgado odiar a Dios por haberlo hecho así, tan feo, peludo y casi vomitivo, o debería agradecerle el hecho de que le permitiese convertirse en un jugador de fútbol medianamente adinerado y reconocido? En cualquier caso, el “Chelito” Delgado es otro de los que al más puro estilo “Ariel Ortega”, o «Andrés D’ Alessandro» deberán estarle eternamente agradecidos a la redonda. Porque de no ser por la plata de la pelota, era obvio que Delgado iba a morirse virgen.

7-Franck Ribery. ¡Aaaahhh, en nombre de todo lo que es santo! Otro francés, realmente interesante desde el punto de vista futbolístico debido a que juega y mete ganas de lo lindo, pero soberanamente antiestético. Tengo la sensación de podría contaminar el agua de una laguna pequeña únicamente reflejándose en ella. Le quedan muchos años de carrera, y muchos de desgracia facial. Es más feo que abrir la puerta de tu habitación y encontrar a tu madre masturbándose en la cama mientras ve en la televisión un documental sobre el Holocausto.

6-Ronaldo. Sentó un precedente, porque para cuando apareció en los medios triunfando deportivamente, el mundo llevaba bastante de no ver a alguien tan habilidoso y goleador, pero tan feo. Y como siempre hizo muchos goles, su exposición no ha sido poca. Es lo suficientemente feo como para que sus esposas y novias (que probablemente son algunas de las mujeres más increíblemente hermosas que cualquier hombre haya visto) lo engañen con otros hombres y se arriesguen a perder sus millones de dólares tras un divorcio por infidelidad. Así de feo es, y podríamos destacar el hecho de que va engordando progresivamente, al punto de que cuando se vea obligado a retirarse del fútbol, pesará lo que un banco de suplentes completo. Un feo en expansión.

5-Roberto Carlos. Creo que voy a vomitar. Dios realmente dejó caer su ira sobre él. Supongo que fue la respuesta a ese personaje ficcional creado por el hombre conocido como el «Crypt Keeper» de «Cuentos de la Cripta». Roberto Carlos es a todas luces el “Mini Me” de Ronaldo. Es asombrosamente feo. Es anti natural. Es un adefesio. Como un duende-mono, pero mucho, mucho peor. Daría todos mis ahorros si con eso consiguiese convencerlo de aprender a hablar el idioma antiguo de Leelo, la Milla Jovovich de “El Quinto Elemento” y vestirse con un enterito verde. Y luego, por miedo a soñarlo, no volvería a dormir. Jamás.

4-René Higuita. A ver, detengámonos a ver qué fue lo que pasó acá, y demos gracias de que René Higuita se haya sometido a ese mejoramiento de imagen que un par de años atrás lo invitó a formar parte de la raza humana. Fue una verdadera bendición que el grado de fealdad física de René Higuita fuese perceptible sólo a través de los ojos: uno podía cerrarlos y protegerse. Porque si hubiésemos podido representar su fealdad olfativamente, ésta hubiese olido a basura tibia. Y si lo hubiésemos podido hacer auditivamente, la misma sólo habría sido comparable a los sonidos que haría tu hijito de cuatro años mientras se ahoga con su propia sangre hasta morir tras haberse tragado una hoja de afeitar. Sí, aterrador. Aterrador, aterrador, aterrador.

3-Omar Saturno. Nada peor que despertarte todos los días viendo en el espejo algo que otra persona solo usaría en una fiesta de disfraces. Lo de Saturno es fue y será siempre una careta. Algún día, el hombre evolucionara al punto de poder clonar humanos y hacer réplicas de personas ya fallecidas, superados los impedimentos tecnológicos y moralistas. Cuando ese día llegue, habrá llegado también el momento de buscar a Omar Saturno, desenterrar su cuerpo, quemarlo hasta reducirlo a cenizas y luego empacarlo en un recipiente hermético, para enviarlo a la NASA a fin de arrojarlo al espacio, rumbo al sol. Nunca más.

2-Carlos Tevez. Simpático, corajudo, habilidoso… pero espantoso. Podríamos decir que es una suerte que no sea gay, porque la sola idea de que con esa boca pudiese estar brindándole sexo oral a cualquier muchacho, me genera escalofríos. Se la dejaría hecha un churro. Algo de injusto hay en eso de que desde niño (gracias a una combinación de desamparo social, brasero, pava con agua hirviendo, toalla y negligencia materna) posee una horrible cicatriz que lo desfigura parcialmente, pero, vamos, aún sin cicatriz sería un bicharraco. Freddy Krueger al menos tenía la deferencia de usar sombrero, caramba.

1-Ronaldinho. Pobre bastardo. Prácticamente todo lo que puede salir mal en un rostro, le ha sucedido a Ronaldo de Assis Moreira. Sólo le faltan antenas, y sospecho que una partera piadosa se las debe haber amputado al nacer. «Oh, the humanity…» Lamentablemente, era número cantadísimo en esta lista. He scares the living shit out of me.

Ronaldinho es el jugador de fútbol más horrible que ha existido en toda la historia del deporte. Una de las personas más horribles que han nacido. Unas de las cosas más horribles que hay a disponibilidad hoy, a la fecha, por debajo del cáncer de útero pero por encima del SIDA y la amputación de miembros como método de castigo. El Barcelona F.C. podría contratar a Gollum, y así y todo, el brasilero seguiría siendo el feo del equipo. Es feo al punto de que podríamos pasar días y días hablando acerca de su fealdad. Lo de su pelo largo y atado en forma de crines es, sin embargo, un acierto, ya que lo hace parecerse a un caballo. Y cuando se es Ronaldinho, tener alguna semejanza (cualquiera) con una criatura terrestre (cualquiera), es mejor que nada.

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