Buenas, buenas.
Antes de seguir, me atajo. Si ven que no se escribe en ese horrible sitio web pero tampoco se lo cierra, es porque no se cierra. Así que, bueno, nada, eso. Que no les escriba nada no significa que no los quiera, como bien saben mis parientes, mis amigos, mis afectos, y todo el que alguna vez tuvo tipo alguno de interacción conmigo.
Un vez dicho esto, les cuento que estoy escribiendo, pero no cosas para el blog. Estoy concursando en algunas cosas con ensayos, libros álbum, literatura infantil (era obvio que iba a terminar dedicándome a eso, por lo de los chistes hímenes, el camión de helados, etc.) y cuentos, esas cosas. También novelas, y una cosa de zombies que está re buena, no como «The walking dead», que se convirtió en el enmbole más decepcionante de la tele en esta última media temporada.
Los mantengo al tanto. Pero yo si fuese ustedes estaría más pendiente del dólar, digo, está muy caro. Como la nafta. Desde que Moreno dictó el congelamiento de precios la subieron 3 veces en donde cargo. Mejor que descongelen los precios porque si no sube un poco, voy a tener que vender el auto, o mi cuerpo para pagar el auto. Y mi cuerpo es un gran cuerpo, pero a estos precios no hay cuerpo que aguante.