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Archive for 7 de febrero de 2007

Yo por Dentro – Cine, tele y así – Comestible

Bueno, como ustedes saben, la comida es para mí lo que acoger niños es para la iglesia católica: una obligación que me provoca más placer del que debiera. Comer no significa simplemente alimentarme sino algo mucho más complejo y delicado, y de ahí el hecho de que no haya intentado una carrera en la astronáutica, pero sí en la gastronomía. Tal vez por eso, y a quienes les interese, les dejo una lista de pequeñas curiosidades de la gastronomía local (y general). Hoy no hay humor, sino otra cosa. Conventillo.

El aporte más notable del gran «Gato» Dumas a la gastronomía argentina fue el hecho de entrometer el sistema americano de servicio. Horarios de producción y despacho definidos de antemano, máximo aprovechamiento del espacio, mucho congelado, mucha precocción y por sobre todas las cosas, cartas y menús de no demasiados platos. Hoy en día, encontrar un viejo bodegón con carta al estilo “enciclopedia” es prácticamente imposible en Buenos Aires. Lo peor que hizo este señor en toda su vida, sin embargo, fue mentir como un animal, innecesariamente, haciéndose el inventor de muchísimas recetas tradicionales europeas. Llegó a decir que había inventado las pastas negras (mediante tinta de calamar o sepia). Fuente: la vida misma, compruébenlo.

Donato de Santis. Sí, ese italiano de cotillón que aparece gritando en la tele a lo pavote. Resulta que supo ser el cocinero de Versace (eso lo saben varios), pero Madonna lo rechazó por incompetente (eso no lo saben todos). A la chica material le caben mucho las fiestas con mucha gente y en cualquier momento como a Versace, pero Donato maneja sus tiempos de otra manera, desperdicia bastante y no sale de los fideos. Sting lo trató –en resumidas cuentas- de “grasa”. Fuente: ex-ayudante de cocina y compañero de trabajo del tarantelero, parte del staff de Carlos Saúl Menem, actualmente levantándola con pala en un restaurant barcelonés.

Martiniano Molina era un despreocupado playboy de vida nocturna, partidos de handball y familia muy adinerada. Pero muy, muy adinerada. Su muy, muy adinerado padre, amigo íntimo del Gato Dumas, no sabía ya más que hacer con el pelotudote, a quien no podía poner a trabajar ni a punta de máuser. “Traémelo” le dijo el Gato, “me ofrecieron un proyecto para otro programa en la televisión, y creo que tu pibe va a andar bien». Martiniano se excusó diciendo que no sabía cocinar, pero Dumas no se preocupó por ello. “El programa se filma los sábados -le dijo-, vos te ponés las pilas toda la semana, todos los días, mañana tarde y noche y (a la receta) la prácticas hasta que te salga. Salís bien en cámara, y sos simpático, no vas a tener problema.” Martiniano así lo hizo. Fuente: Ex-sommelier de importante hotel 5 estrellas porteño, actualmente docente gastronómico y enólogo medianamente reconocido.

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