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Archive for 4 de junio de 2007


Hoy voy a contarles acerca de algo a lo que tuve la fortuna de exponerme hace unos cuarenta días, aproximadamente. Estamos hablando de la vez en que más vergüenza sentí de pertenecer la raza humana. No pueden decirme que no sé vender un artículo utilizando la buena publicidad: ahora van a tener que leerlo completo, y lo saben. No se preocupen, no es tan extenso. Y nada tiene que ver con la zapatería de mi barrio, tan sólo estoy experimentando con títulos que todavía no usé.

Resulta que un primo mío comenzó a trabajar, haciendo sus primeras armas en el mundo de los adultos. Mundo frío, lúgubre, cruel y tan sólo mitigado ocasionalmente gracias a Jennifer Connelly, la televisión con las chicas FX durante la madrugada, este horrible sitio, las espadas, los dragones como el del artículo anterior, los videojuegos y las credenciales que te permiten tener armas de fuego. Aspiro a mitigarme de cabeza contra todas estas cuestiones al mismo tiempo tarde o temprano, sí.

No me distraigan. Resulta –les decía- que mi primo comenzó a trabajar, de ayudante o algo así en Mc Donalds, o Arcos Dorados o como se llame esa Mansión Seré de las ilusiones juveniles y las responsabilidad gourmet. No labura sino para aparentar algo de responsabilidad y pagarse los mínimos vicios de quien tiene 18 años y una novia fresca, pero eso no le quita mérito alguno. Sus tareas no me fueron del todo definidas pero presumo que hace un poco de cada cosa, incluyendo capar caballos y desactivar minas anti-persona.


-No sabés –me dijo-. El otro día hubo un problema y nos quedamos sin gas en todo Unicenter.
-¿Cerraron? –inquirí.
-No, nos pusieron a vender Mc Mostaza.
-¿Y eso?
-(ayudándose con las manos a fin de representar la superposición de capas y el apretujamiento del pomo de mostaza) Pan, mostaza, queso, mostaza y pan.
-Oh, Señor…


El error fue mío, por preguntar. El trató de agregar un golpe a la situación tragicómica diciendo que el pan obviamente no estaba tostado, que eran bollos sacados de las bolsas directamente, pero no llegué a escucharlo. No sé si lloré, no lo recuerdo. Mi memoria debe haberlo bloqueado para protegerse, como pasa con los que en estas elecciones presidenciales van a votar por la reelección amparados en la felicidad de haber podido comprar un reproductor de MP3 y un teléfono celular. En serio. Piénsenlo bien, les doy unos segundos, si quieren. Estamos hablando de una feta de queso amarillo (y de segunda) embebida en mostaza artificial (y de tercera), entre dos cachos de pan (de cuarta) frío. Es el reciclado más berreta que se me ocurre. Denme crédito; son cosas de las que están guardadas en la heladera y que no combinan, por más ganas que le ponga uno. Lo único que podría superarlo sería un sánguche de caldo en cubitos, o unas galletitas de agua untadas con levadura, pero hasta ahí nomás.

Imagínense la moral del tipo que hizo eso. El que dio la orden. No se ustedes, pero yo no quiero que ese tipo tenga más poder del que ya tiene, porque es obviamente capaz de todo. No me cuesta mucho imaginar que realizó alguna pasantía en el INDEC, por decir algo. Hay que ser muy jodido para sacarse semejante cosa del traste queriendo que la gente no sólo pretenda no estar siendo insultada varias veces al mismo tiempo, sino que también pague sus tres o cuatro pesos por el padecimiento. Doy por sentado que los muchachitos y damitas del staff se tomaron todo a broma y dieron la cara con una sonrisa (pensando en la anécdota a futuro), pero no imagino una situación tan falta de honor. Es el tipo de cosas que tienen que hacerte renunciar, o cometer un suicidio ritual: resulta difícil saber si es preferible ser cliente o empleado de esta hamburguesería.

No lo sé… De un tiempo a esta parte he aprendido a ser específico en mi pedido, si bien voy a ese tipo de lupanares una vez por año a lo sumo, cuando no me aguanto las ganas de hacer pis. Me gusta creer que soy parte de la solución, y quiero aclarar que no tengo nada, nada a favor o en contra de Mc Donalds ni ningún otro local de comida rápida.

Por lo tanto, imagino la siguiente situación:


Empleado: –Buenos días
Yo: -Hola, quiero un Mc Mantis chico y una “Coca” común, chica, sin hielo, sin aderezos, sin papas y sin postre.
Empleado: –Te comento que estamos sufriendo desperfectos tecnicos pero puedo ofrecerte un Mc Mostaza
Yo: -¿Y de que está hecho además de mostaza?
Empleado: –Es queso cheddar aderezado con mucha mostaza, entre dos panes al natural.
Yo: -No, dejá, dame la gaseosa sola.
Empleado: –Mirá que queda rico, ¡eh! ¿no querés probar? ¿Algún otro aderezo?
Yo: (sacando de mi bolso un hacha, y hablándole): Va a ser sucio… sucio, lento y ruidoso, Irma… pero nos gusta más cuando es así, ¿no es verdad? Sí…

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