Por suerte perdieron los Pumas, me tenían podrido. Con esto no quiero que se me encasille en el sector tan poco querido de los “anti-patriotas” que están esperando a que cualquier derrota suceda para decir: ¿Viste? ¡Nos bajamos los pantalones ante los (inserte nación cualquiera) como siempre! ¡Los otros nos ganan porque son un país en serio!
A mí, lo que me tenía cansado era el espíritu rugbier.
Quizá el rugbier supuestamente representa al argentino que todos creemos llevar dentro. Y cuando escribo desde la primera persona del plural, lo hago para parecer amigable, amable, confiable… como un pediatra de pueblo que invita a tomar remedios horribles o colocarse supositorios. Yo llevo dentro cosas mucho más interesantes y lampiñas. Aunque suene mal. Pero es cierto que ví el primer tiempo del partido para enterarme de que ya no se usa un montoncito de arena para patear los penales, sino que ahora usan una suerte de base plástica, un “tee” gigante. Imaginé que la distancia en el marcador liquidaba el partido y no me equivoqué, cambiando de canal.
Al argentino le gustaría ser un supuesto rugbier amateur argentino (de los «nenes bien»). Porque los Pumas tienen poco y nada de amateur (si quieren amateurismo vayan a conversar con los fusileros olímpicos, que no juegan en Europa), y a buena parte de los argentinos seduce la idea de sufrir el acostumbrado buen vivir de los dobles apellidos (¿no es fino llamarse Carlos Ignacio Fernandez Lobbe?), el bronceado, las chicas superarregladas y domables, los anhelos británicos, la convicción a la hora de votar a De Narváez y las propiedades en el partido de San Isidro o Pilar. Que la nena se case con un médico atlético es el sueño de toda madre argentina (inclusive las que jamás lo reconocerían). Pero hablando de plata, hagamos una pausa para conversar acerca de algo que escuché mientras miraba el partido.
(abro pausa)
Resulta que parece que uno de los jugadores sudafricanos (ese montón de rubios arios vestidos de verde) es heredero de una mina de diamantes, lo cual suena fabuloso realmente. Díganlo: “tengo una mina de diamantes”. Es más espectacular incluso que otras alternativas interesantes: fíjense… imagínenselo desde una enunciación como las siguientes:
Amalia: Mi novio heredó unos campos en Entre Ríos
Pamela: Mi novio recibió una herencia de miles de dólares
Karina: Mi novio heredó del padre una empresa, ahora la dirige él.
Susana: Mi novio tiene una cadena de restaurantes muy famosos.
Virginia: Mi novio es un abogado exitoso y millonario.
Hilda «Chiche» D.: Mi marido maneja el cartel del narcotráfico a nivel nacional y la levanta con pala.
Novia del rugbier: Mi novio es dueño de una mina de diamantes.
Es fácil adivinar cual de las siete chupa con más ganas, ¿no? Suena a “fábrica de plata”. Volvamos al artículo.
(Cierro pausa)
Pero no escribo desde la envidia, ni nada eso, a pesar de lo que puedan creer los retardados que se la pasan escribiéndome correos electrónicos y comentarios sin leer correctamente (busquen Francis Mallman en Google y tarde o temprano van a llegar a un artículo mío de cuestionable repercusión), sino desde el machismo. Porque en lo único que tenemos que estar todos de acuerdo es lo siguiente: mirar un partido cualquiera, de un deporte cuyas reglas no entendemos, luciendo la camiseta recién comprada e hinchando como un completo desaforado, es cosa de minas. Cosa de mi-nas.
Así y todo, ojalá este viernes ganen los pumas. Me parece mucho más cierto un tercer lugar honrado que un primer lugar conseguido nomás a base de «garra» y «empuje». Amarga mi perspectiva, quizá, pero no puede culpárseme por escoger la aptitud y la idoneidad por encima de las ganas y la pasión. Al fin y al cabo, esa cuota semanal de incompetencia laboriosa que puedo llegar a tolerar está cubierta por los gatitos que patinan por un sueño.
Qué perra terrible, la Capristo.
REALMENTE ME HE REIDO MUCHO.
Estoy ansioso de ver la avalancha de comentarios acerca de su tierna opinion
No creo que sea «tierna» la palabra. Pero se agradece.
Tenés razón, Mantis, una vez más.
Le dejo una pregunta:
«Si no hubiese sido por la gesta patriótica de estos animales con corazón de caballero… hubiésemos llegado a ser todos Dogos?»
Probablemente, no.
Dejando de lado el «natural» resentiniento contra el que tiene más (¿?) prefiero entusiasmarme con el rugby —que aún tiene algunas cosas misteriosas para mí y eso que mi entusiasmo tiene ya su tiempo— que ser «políticamente correcto» y aplaudir a los caprichosos trolos ¡puaj! ¡Ah, sí! estamos de acuerdo en lo de la Capristo.
Yo albergo resentimientos contra la gente que tiene otras cosas que yo no tengo, pero no precisamente materiales. Eso no quiere decir que no lamente el no tener algunas cosas que disfrutaría gracias al dinero (una colección de motocicletas, por ejemplo)
O sea, le envidio la facha a Brad Pitt, o el talento a Diego Parés, cosas así. O la apariencia masculina a Clint Eastwood.
¿Me deja que lo aplauda, compañero..?
jajaj, a mi la canción esa de los pumas se me hacía muuy guei, del estilo «Dame un P, te doy la P…»
Mantis, pasé hace un par de semanas, que comenté; luego, unas anginas y otro par de días muuuy livianos de trabajo hicieron que me leyera todo, absolutamente todito el archivo!! Ya no me acuerdo cuál de todos me resultó el preferido, pero lloraba de la risa. Las listas son una cosa de locos, me encantan!!!
Y otra cosa que me alegra mucho es saber que hay tanta gente joven que escribe así de bien y tiene una mirada crítica de la realidad, estuve mirando otros blogs, y son simplemente geniales!! (hay gente de mi edad que usa más de 30 palabras en su léxico, vamosss!!!!)
Saludos!
Amperio: Sólo si me permite que ante usted me saque el sombrero, y también el casco. Así, si.
Laura: No creo que vaya a salir una lista mejor que la de los futbolistas feos, por lo que le recomiendo pegarse a los buenos artículos del pasado.
Le confieso que si ganan los Pumas, mejor.
Pero para mí este mundial no fue más que la excusa perfecta para ver señores gandoootes y musculosos en pantaloncitos ajustados.
Y eso, en mi modestísima opinión, no está nada mal.
Obviamente, Cruella. Imagino que es lo que el hockey femenino a los hombres. Mucha pierna musculosa, mucha fibra.
Claaro, yo no miré ningún partido de Rugby,o sea, si selección argentina y todo lo que quieras, pero no me llama.
O como los que se ponen así con el tenis y demás deportes.
Si te gusta, es siempre, no sólo los campeonatos internacionales o mundiales.
Es verdad, ya era demasiado molesto tanta cosa de rugby y demases chupetes rugbieristas….
Clap clap….
Es importante casi siempre decir lo que opinamos con sinceridad.
Saludin!
¿Y Coria? ¿se murió? Ando mirando poca tele…
Coria se resfrio… no hace mas que decir achi(s)coria, jajaj!!!
Me sumo a lo de Cruella, me importa nada el rugby y la calidad moral e intelectual de los que lo juegan, pero no me molestaria en lo mas minimo quedar bajo esa montaña de hombres :p (*babaaa*)
¡Cuánta razón!… qué perra la Capristo
los prejuicios son hijos de la ignorancia.
y fernandez lobbe no existe.
Es que para jugar al rugby hace falta ser muy inteligente… yo jamas podria entender las reglas porque ni siquiera entiendo porque miERDA SE HACEN LLAMAR LOS PUMAS Y EN EL ESCUDITO PONEN UN JAGUAR!!! Si seran, mira….
Laura: Mire que los pumas parecen ser todos buenos pibes, eh… ¿se prenderían en infidelidades y cosas así de feas?
Martón: Carne.
Chamemal: No sólo existe, sino que son dos hermanos. Existen.
Loki: Yaguareté, más precisamente. Creo que el error en la clasificación felina se debió a que un periodista inglés los comenzó a llamar así, años atrás. Y no puede culpárselo al pobre hombre…
Yo también me cansé de los Pumas… pero antes de arrancar con el mundial…
Esos muchachotes me ponen nerviosa, aunque más la gente que los sigue desesperada durante un mes pero no tienen idea qué significa cada cosa.
Y no me gustan esos cuellos… bien boluda mi observación, lo sé.
Aunque ese tal Hernández o Fernández… está para llevarlo el domingo a almorzar ravioles con la abuela…
Chocha, la abuela. Chochísima, porque tienen pinta de sanitos y muy bien alimentados, los muchachos.
Deben repetir postre, supongo.
Lo bueno que tiene estos eventos deportivos a nivel internacional con participación de seleccionados, es que nos permiten tener temas de conversación, aún cuando estemos en contra, los detestemos y denigremos, pero al menos hay algo para decir.
Solo agregar algo a lo dicho, creo que la idoneidad y la aptitud quedaron demostradas, al menos en este caso, y no solo no se encuentra reñidas con las ganas y la pasión, sino que considero que unas sin las otras en cualquier sentido, jamás te llevar al éxito.
Mira que desde que me mude no tengo ni siquiera tele por antena, no se q le agarra q no AGARRA señal…pero en fin, me quedo con los dvds, e internete en la oficina.
Saludin
Hola Mantis
Hace como 2 semanas que descubri tu blog y no he parado de leer, lejos las listas son lo mejor, escribí más seguido¡¡¡
Al periodista tal vez no se lo pueda culpar, pero se lo podria haber corregido al menos. Lo que Ud. me confirma es que un Ingles se equivoco y nosotros (bueh…nosotros) cargamos el error en forma de escudito en el pecho cual condecoracion a la ignorancia ajena? Y despues pretendemos que nos devuelvan las Malvinas… pfff.
estimado, yo estoy fascinada con el mundial de rugby. finalmente entendí qué les provoca a uds ver una porno.
Voy a coincidir con las chicas… ***baba***.
Claro, porque las chicas no ven porno.
esta «rugbyzacion» fue algo asi como la generalizacion de las mujeres mirando el mundial de futbol… el tema es que ahora no solo eran mujeres… o mejor, los hombres actuaban como mujeres….
mmm…. no sera al final influencia de los dogos?
un saludo.
pd.: fue sencillamente sublime el «Es fácil adivinar cual de las siete chupa con más ganas, ¿no?»…
Señor Mantis, muchas gracias por las risas.
Sinceramente a mi no me pudo interesar menos el mundial, ya que no se nada de rugby ni me interesa saber.
Y aunque no se si realmente le interesa o no, ayer Coria dijo que aceptó una invitación para participar del Challenger de Belo Horizonte, Brasil que comienza la semana que viene.
Pitoti2: Mire que yo tengo temas de conversación más piolas que el mundial de rugby, eh!
Sasa: Yo tengo DVD´s pero no donde reproducirlos… la vida es dura.
Nive: No es la primera vez que me dicen eso. (usted se perdió los buenos días, cuando se escribía a diario en este blog)
Loki: Yo no tengo problema en que se queden con las Malvinas. En serio.
May: ¿No quiere que vayamos a mirar una porno juntos?
Hernán: Pasó con «Manu» también en la NBA, pero creo que en menor escala.
Luciano: Yo sé que en el rugby te cagan a palo, te pisan, te codean las bolas, te rompen las orejas… pero no es un arte marcial ni un deporte de combate… ni mi idea de un buen fin de semana.
Mantis, si usted insiste en llamar Yaguarete al Jaguar (asi como suena, en la version castiza, no la angloparlante «sháuar») yo voy a verme en la encrucijada de tener que llamarle a ud. Mamboretá.
Pero es que son dos bichos distintos… el yaguareté es el yaguareté: es argentino, correntino y simpaticón. Toma mate y baila; chamamecea hasta que se hace de día, acompañado de su amigo el «aguará-guazú».
El jaguar, en cambio, es oligarca. Es un auto importado, inclusive.
jajaja, impresionante la diferencia entre el yaguareté y el jaguar, jajaja
Hernán, qué interesantes combinaciones de misoginia y homofobia las suyas… no se copa en soltar? digo…
¡Eso! ¡Suéltemela, suéltemela!
Me parece que el chiste de todo esto de ver rugby es ver como masacran a golpes a los llamados «chicos bien», cosa que no nos podemos dar el lujo de ver en otros deportes como el golf o el tenis…
El bichito de la camiseta era un yaguareté como dice Mantis(o Mamboretá, como dice Loki), y fueron los «Pumas» de ese momento los que no sabían cómo explicarle qué era un yaguareté, y le mandaron «puma»…
Y tiene usted razón Mantis como siempre, está muy perra la Capristo…
Saludos y aguante los Dogos…
Saludos.
no le suelto nada, señor!
jaja