Como cuando escribí este artículo yo no tenía idea de que fuese a haber eso que son elecciones primarias, la verdad es que creí que mi voto castigo iba a ser el único voto que iba a emitir por un buen rato (me molestan estas cosas que me hacen interrumpir mis sesiones de levantamiento de pesas) y me quedé como en el molde, por decirlo de alguna manera. Votase a Cristina o no (siempre más cerca del no), iba a tener que lidiar con el hecho de que TENGO UNA DE LAS NETBOOKS DE CRISTINA MIRÁ LA FOTO JAJAJAJAJA. LA MIA DICE ANSES Y PRESIDENCIA DE LA NACION POR TODOS LADOS PERO ES GRATIS GRATIS GRATIS Y NO SE SI SIRVE PARA OTRA COSA PERO LE PONGO EL NINTENDO DS PORTABLE QUE TENGO INSTALADO EN EL PENDRIVE Y LO CORRE BÁRBARO JAJAJAJA…
Perdón, decía, tengo una de las netbooks de Cristina y el Plan “Educar igualdad y conectar o algo así. Pará que leo lo que dice: “conectar igualdad”, ahí está.
Y en mi conciencia pesaba eso de tener “la muñeca de Evita del siglo XXI” y no haberla votado nunca a la loca de mierda esa. Por otro lado también me da un poco de miedo pensar que lo del embarazo de su nuera era mentira y que terminaron por armar (pero dentro de la familia) una actuación semejante ala que armaron con lo del “desaparecido Geréz”, a quien lo podías ver tomando mate en la puerta de su casa acá en Virreyes. Se me hacía como muy macabro, y a mí me parece tonto hacer enojar a alguien que es capaz de hacer semejante cosa, porque yo también podría ser capaz de semejante cosa, y soy muy perturbadito y respeto a mis perturbados semejantes porque nunca se sabe. Pero les decía: sentía cierta necesidad de votarla a Cristina, y fue entonces que conseguí esta oportunidad de llevar a cabo algo a lo que me referiré de ahora en mas como a “Voto masturbatorio”.
-¿Por qué?-, se preguntarán ustedes, siempre llenos de preguntas en lugar de seguir leyendo. Fácil, porque es casi como un voto triunfador en democracia, pero no llega a serlo. Un simulacro. Un alguito. Paso a explicar:
Mientras miraba las últimas hojitas de mi DNI y caminaba rumbo a la escuela en la que me tocó emitir sufragio (que es “votar”, brutos de mierda) me di cuenta de que mis votos anteriores habían sido votos perdedores y honorables. Quiero decir: eran fieles a mis convicciones de votante, y habían sido todos rotundos fracasos.
Me di cuenta, entonces, de que era virgen en lo que se refiere al voto triunfante. Y como todo virgen, me pregunté acerca de lo lindo que debe sentirse la gente que vota y, horas después, ve a su candidato ganar y gobernar por cuatro, o seis años, o lo que dure el tipo a cargo. Porque mis padres lo experimentaron, y mucha gente que conozco también, pero yo no sabía lo que era, o lo que se sentía.
Son las diez y media de la noche del domingo (es probable que publique esto el martes) y con estos resultados, puedo decir que votarla a Cristina habría sido tener sexo. Sobre las características de esa relación sexual, bueno… todo cambia dependiendo de cómo la votaste a Cristina, o porqué.
Si la votaste pensando que es lo mejor y después disfrutás cada minuto, entonces debe ser como ponerla con esa mina que no podes creer haberte levantado, por primera vez. Esa mina a la que todos se quieren (y no pueden) voltear en la oficina, te la está chupando, y te va a dar la cola antes de que termine la noche. Y se siente así. En caso de ser mujer, cabe reemplazar lo anterior por: “Ese compañero de la facultad que maneja un 0km y te mira todo el tiempo y te busca para hacer los trabajos en grupo, no sólo tiene un termo sino que además lo sabe usar muy bien”. Votarla a Cristina así, debe estar re-bueno. Y yo no tengo nada contra la gente que la vota creyendo en su voto.
Me dirán ustedes que hay algunos que la votan porque es un voto seguro. Que un voto es un voto aunque no te convenza demasiado, y aun a sabiendas de que hay posibilidades más arriesgadas que no sabés si te harían mas o menos feliz, pero que resultarían cuando menos, distintas. Bueno, hay gente que a eso lo llama sexo marital. Si yo la hubiese votado a Cristina, hubiese hecho eso: ponerla. Un voto es un voto, y un culo es un culo.
Pero no la puse.
Hoy, votándolo a Altamira para presidente, me clavé un voto masturbatorio. Es parecido a ponerla, pero no tanto. Fue casi como ganar la elección, pero no gané. Y lo hice a solas, y a puertas cerradas. Tuve mi pequeña victoria, pero no gané en realidad. Y por eso, mi voto fue masturbatorio. Me provocó un pequeño bienestar, pero nada más.
La pregunta entonces es: “¿La pondré en octubre?”
Me guardo eso de ponerla para más adelante, supongo. Imagino que no va a ganar la persona a quien vote próximamente, pero es seguro que no voy a clavarme otra paja con Altamira. Y menos mal que esta afirmación la están leyendo ahora y no al principio del texto, porque ahora que la veo así escrita, puede dar lugar a horribles confusiones. Quiero decir: Altamira tiene a todos sus seguidores, y no necesita a un burguesito de derecha como yo para agrandar su padrón: para eso están Mariano Ferreira, los anarquistas de papá en Vento y todos esos porreados que no saben ni donde están parados y van a ir a votar mañana lunes, o que se quedaron leyendo a Marx y se les pasó la hora. Sabe Dios que si yo fuese archimillonario no usaría mi dinero para acabar con las desigualdades sociales. Es más, no usaría papel higiénico en el baño, sino que tendría un cesto de mimbre lleno de chinchillas vivas y me limpiaría el culo con ellas. Que lo voten ellos: yo ya me puse contento sabiendo que van a estar en las elecciones de octubre. Como quien mira un video porno, los usé a la distancia y ellos me usaron sin conocerme. Nada más.
Y si la persona a quien pienso votar no va a ganar de todas maneras, bueno, a seguir virgen. Así me aseguro de no contagiarme nada (el Kirchnerismo te baja las defensas y te expone al Peronismo, que es una de las más letales y endémicas enfermedades de transmisión sexual), mas allá de que todos corramos el riesgo de que nos rompan el culo el culo.
Por eso, si alguien quiere desflorarme (¿se escribe así?) les pido que sea con una chota enorme, cosa de que las posteriores no duelan tanto, o inclusive “bailen”, en caso de ser posible. Es una de las hipótesis que tengo acerca de lo que hay que hacer si vas a prisión: tenés que hacer que te viole primero el que la tenga más grande.
Tengo muchas hipótesis, sí.